¿Es la Salvación por obras? La Biblia dice que sí.

SALV1OBRASLEYSALVACIÓN PARTE [1]Salvación Por Las Obras, Vol. 1—El Ladrón En La Cruz
[ESTUDIO, CristoVerdad]
[2]Salvación Por Las Obras, Vol. 2—El Hombre y Sus Palabras
[ESTUDIO, CristoVerdad]
[3]Salvación Por Las Obras, Vol. 3—La Justicia
[ESTUDIO, CristoVerdad]
[4]Salvación Por Las Obras, Vol. 4—La Fe y La Ley
[ESTUDIO, CristoVerdad]
[5]Salvación Por Las Obras, Vol. 5—La Niña de Tus Ojos
[ESTUDIO, CristoVerdad]
[6]Salvación Por Las Obras, Vol. 6—El Amor
[ESTUDIO, CristoVerdad]
[7]Salvación Por Las Obras, Vol. 7—El diablo
[ESTUDIO, CristoVerdad]
[8]De La HIGUERA Aprended, Parte 8: El OCTAVO Reino
[ESTUDIO, CristoVerdad]
[9]Salvación Por Las Obras, Vol. 9—La Gracia
[ESTUDIO, CristoVerdad]
[10]Salvación Por Las Obras, Vol. 10—La Santidad
[ESTUDIO, CristoVerdad]
[11]Salvación Por Las Obras, Vol. 11—LAS OBRAS
[ESTUDIO, CristoVerdad]
[12]alvación Por Las Obras, Vol. 12—EL CREER
[ESTUDIO, CristoVerdad]
[13] [14]

¿Y el ladrón en la cruz, qué?

Un ejemplo: yo acuso a alguien de ser ladrón sin serlo, pero otro lo defiende y dice que no lo es. ¿Quién de los dos practicó la justicia, o sea, quién guardó la Ley?

Guardar la Ley no es no tomar algo ajeno, sino no tener la intención de tomarlo; o no  es no matar, sino el no tener la intención de ver muerto a alguien, pues es lo mismo querer ver muerto a alguien que matarlo.

Judas no había entregado a Jesús cuando ya el Señor lo había declarado diablo. En su corazón, ya había entregado a Jesús—ya había violado la ley, lo cual se consumó en la entrega física ( JUAN 6:70).

¿Pero acaso no es por gracia la salvación? En otras palabras, ¿no es por amor la salvación? El cumplimento de la Ley es el amor” (ROM. 13:10). Cristo en la cruz cumplió con todos los requisitos de la Ley, por Amor.

La salvación “es por gracia para que nadie se gloríe” (EFS. 2:9). ¡Muy simple! La salvación es por amor para que nadie se gloríe, pues el amor nunca busca gloria alguna (1 COR. 13).

Solo el que practica la justicia—es decir, el que guarda la Ley, entra a la tierra prometida (DEUT. 16:20); todo el que resiste la tentación, no peca o guarda la Ley, recibirána la corona de la Vida (Santiago 1:12); todo el que es fiel, solo se es fiel obedeciendo o guardando la ley (APOC. 2:10), recibirá la corona de la vida eterna o la salvación eterna; todo el que guarda la Ley comerá del árbol de vida, para vida eyerna, y entrará por las puetas de la ciudad eterna (APOC. 22:14)

Todo el que Dios ama—y el que a Dios ama, alcanzará la salvación. No hay ningún tipo de amor verdadero que no esté basado en la Ley o una ley. Si la Ley de Dios no salva, Dios tampoco. Su ley es un trasunto de su carácter. La Ley de Dios es Dios mismo.

No hay tal cosa como que una persona sea algo y que su carácter sea otra cosa. La persona es la persona, y su carácter es lo mismo que ella.

Somos lo que enseñamos a nuestros hijos. Somos los valores que transmitimos. El legislador es conocido por las leyes que crea, porque sus leyes son lo que él es. ¿No dice la Biblia que el que no ama (“el cumplimiento de la Ley es el Amor”, ROM. 13:10) no ha conocido a Dios, porque Dios es Amor? (1 JUAN 4:8). Es decir, el que no guarda la Ley, siendo que guardar la Ley es amar, no ha conocido a Dios, porque Dios es lo mismo que su Ley. Juan—quién conoció a Jesús mejor que nadie en esta tierra, lo expuso de esta manera:

3 Y en esto sabemos que nosotros le hemos conocido,  SI GUARDAMOS SUS MANDAMIENTOS .
4 El que dice, Yo le he conocido, y no guarda sus mandamientos, EL TAL ES MENTIROSO, Y NO HAY VERDAD EN ÉL;
5 Mas el que guarda su palabra, la caridad de Dios está verdaderamente perfecta en él: por esto sabemos que estamos en él.
6 El que dice que está en él, debe andar como él anduvo. —1 JUAN 2:3-6

En la cruz están representadas las dos naturaleza de las que habla GÁLATAS 5:19-22: la carnal (desobedoencia a la Ley) y la espiritual (obediencia a ella). Muchos creen—porque no estudian, por supuesto, que los frutoss del Espíritu se refiere al Espíritu Santo. ¡No! Ahí, en contraste con la carne o desobediencia, también pecado, habla de la naturaleza obediente a la Ley de Dios, y termina diciendo:

Sobre éstas cosas, no hay Ley. ¿Por qué no hay Ley sobre los frutos del Espíritu? Porque tales frutos son la Ley de Dios, y sobre la Ley de Dios, que es Dios mismo, no hay Ley.

La Salvación, según Dios mismo, se obtiene solamente bajo la obediencia estricta a la Ley de Dios.

—MIGUEL H. JAVIER

“Salid de ella, pueblo mío…” (APOC. 18:4)

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¡Que Dios le bendiga!

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