Le salut par les œuvres, tome 11 – LES ŒUVRES

²⁹ et ceux qui ont fait le bien [PIÈCES], ils sortiront à la résurrection de la vie ; mais ceux qui ont fait le mal, à la résurrection de la damnation [PERDITION]. — JEAN 5:29

¿Es la salvación por obras?—le pregunté a mi esposa. Ella respondió: “Si Cristo no hubiese venido a morir, aunque hubiésemos guardado la Ley, no nos salvamos”.

Fue una respuesta simple, pero muy lógica y profunda al mismo tiempo. Pero mi esposa olvidó el más importante de los detalles, “Cristo tuvo que obrar para salvar”. El Señor predicó, sanó, alimentó, resucitó muertos, calló mares, se transfiguró, pasó por gólgota… Todas esas cosas fueron motivos de salvación para muchos—¡TODAS FUERON OBRAS!

Su vida completa, fue obrar. Aún el venir y dar ese viaje a la tierra, fue una obra.

¿Entenderemos algún día que el simple hecho de vivir es ya una obra, y que lo único que detiene el obrar es morir? Eso—por supuesto, es en el caso de los que se pierden—

¹³ Oí una voz que desde el cielo me decía: Escribe: Bienaventurados de aquí en adelante los muertos que mueren en el Señor [LOS VIVOS]. Sí, dice el Espíritu, descansarán de sus trabajos, porque sus obras con ellos siguen. —APOCALIPSIS 14:13

Salvar en sí es una obra. Si un Salvavidas—y los Salvavidas salvan, ¿no?—pasa por una playa y ahí está una persona ahogandose, ¿qué tiene que hacer él para salvar esa vida? Obviamente lanzarse al mar y nadar, sujetar y sacar del agua a esa persona—pues esas son las funciones [OBRAS] de un Salvavidas. Jesús—en efecto, es un Salvavidas, y su obra es salvar.

Todo es obra, QUERIDOS amigos, todo—

¹⁷ Y Jesús les respondió: Mi Padre hasta ahora trabaja [OBRA], y yo trabajo [OBRA]. —JUAN 5:17

Sin importar la absurda y bruta opinión de la mayoría, el Señor es muy claro: la Salvación depende directa y completamente de las obras; tanto las de Dios—

¹⁶ Porque de tal manera amó [OBRA] Dios al mundo, que ha dé [OBRA] a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree [OBRA], no se pierda, mas tenga vida eterna.
¹⁷ Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.
¹⁸ El que en él cree [OBRA], no es condenado; pero el que no cree [OBRA], ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. —JUAN 3:16-18,

comme las del hombre—

¹⁴ Bienaventurados los que ils gardent [PIÈCES] ses commandements, être intitulé al árbol de la vida, y para entrar por las puertas en la ciudad. —Apocalypse 22:14

—777IGUEL JAVIER

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Que Dieu le bénisse!